El año se inicia con la novedad de un nuevo ámbito cultural. El próximo 3 de enero el restaurante, el bar y diferentes rincones de la bodega La Gitana se convertirán en un espacio escénico gracias al grupo teatral local ‘Por mi Chápiro verde’. El conjunto de actores y actrices liderado por la dramaturga sanluqueña Esther Alonso presentará ‘Cápsulas del desamor’, una serie de interpretaciones y monólogos que llenarán de humor y amor el recinto. Es, además, una representación con carácter solidario, porque todo lo recaudado -donativo de 10 euros- irá destinado a la Orden de los Reyes Magos y a su campaña Ningún niño sin Juguete.
Esther Alonso es la autora de esta autoficción teatral con la que ha roto su propio muro y se ha unido a este estilo muy usual en la dramaturgia contemporánea. Con recuerdos y pasajes de su vida, con inventos, verdades que serán o no, Alonso ha elaborado cinco escenas en las que los personajes reflexionan sobre el amor y el desamor. Desde la tragedia de Agamenón, que sirve para “darle la vuelta a esa mujer tachada de malvada”, hasta una cita en Tinder, “que más allá de lo banal, no podemos olvidarnos de estas aplicaciones que las lleva el demonio, y de cómo de inhumano y de frío puede llegar a ser para dos personas”, indica la autora.
Recuerdos de su juventud salen a a luz en un monólogo en el que se narra la experiencia de intentar ligar utilizando como herramienta su amor por el arte. Hay que ver el final. Y los primeros amores vistos desde la época actual, “cuando se ha pasado de las locuras y tener siempre un sí más que el no, a todo lo contrario, a tener que hacer un análisis y casi hasta tener que hacer un pdf para quedar con alguien”. El encuentro de dos personas que vivieron el amor años atrás, o la escena llamada ‘Intervención terapéutica’, en la que los actores van a tratamiento por algo que les da vergüenza descubrir en público, son otras de las ‘cápsulas’ interpretativas.
Estas cinco escenas se vivirán en cinco puntos diferentes de la bodega al mismo tiempo. El público, explica Esther Alonso, se dividirá en cinco grupos, cada uno de un color, que irán rotando por cada una de ellas. En cada cambio habrá tiempo para hablar, reflexionar y tomar algo. Será toda una experiencia de dos horas y media.
Es un concepto poco utilizado en estos lares, y todo un reto para Alonso y su grupo porque los asistentes “no están sentados esperando, se están moviendo entre ‘cápsula y cápsula’. Me parece algo innovador en Sanlúcar y se parece mucho al teatro griego primigenio”, apunta, “ya que será una fiesta en la que todos participan”.
El hecho de que la obra se desarrolle en una bodega no es para la autora un inconveniente, sino todo lo contrario, “es como un sueño cumplido”, y agradece a La Gitana, que fue la que se puso en contacto con ella para ofrecerle esta posibilidad, el cariño y la dedicación para que pueda llevarse a cabo esta representación.
El grupo ‘Por mi Chápiro verde’ viene trabajando desde hace tiempo en el desarrollo de diversos esquemas teatrales, se le han unido nuevos componentes, y mantiene un grupo infantil y ahora otro juvenil que ya da sus primeros pasos en la dramaturgia.
Con esta representación en la bodega se abre a Esther Alonso y a sus actores y actrices otro camino distinto a la burocracia y la pasividad administrativa habitual. El teatro es para esta sanluqueña, «como un río que siempre encuentra su camino», y este cauce ha sido, en esta ocasión, Bodegas La Gitana.