Al verlos en el escenario, antes de que suene la primera nota de guitarra o bajo, o el crujido de la batería, se palpa la autenticidad de una banda grande. Instantes después, el rugir, la contundencia y la potencia que expresan esos instrumentos confirman esa impresión.
Raúl, Juanma y Álvaro son Bourbon, un grupo –de rock, eso seguro-, formado en Sanlúcar en 2009 capaz de crear buena música, con interesantes letras, con un sonido propio que los seguidores de las buenas bandas de este país reconocen enseguida.
Raúl Guerrero (voz, guitarra) Juanma Gonzálvez (bajo, coro) y Álvaro Guerrero (batería, coros) están a punto de sacar su cuarto disco tras Fango, Devastación y Fuente Vieja –discografía en https://bourbon1.bandcamp.com/album/fuente-vieja-2-, pero el próximo día 30 tocan en casa en el Santo Fest, en el Centro de Congresos. Esta ha sido la excusa para hablar con ellos e insistir en la energía de una banda de un nivel que no se corresponde con su popularidad. Pobres los que se la pierden.
– Las etiquetas las llevamos de serie. A vosotros os cuelgan hard rock, psicodelia, rock andaluz… pero diría que sois algo diferente, personal. Aunque en las esencias destiláis un poco de todo lo anterior.
– Creo que las etiquetas son necesarias para hacerte una idea sobre aquello a lo que te vas a enfrentar. Pero creo que no somos una banda de género, intentamos no ceñirnos a ningún estilo en concreto. Hacemos rock, eso es lo único que está medianamente claro.
– Habéis publicado tres discos –un cuarto a punto de salir-, y, aunque con un estilo propio, no parece que sean lo mismo. ¿Estamos hablando de una continua evolución de la banda? ¿De una banda inconformista?
– No pensamos mucho en cómo deben ser las canciones, ni tampoco en cómo queremos que sea nuestro siguiente disco. Simplemente vamos montando los temas conforme van saliendo y los trabajamos mucho. Algunos cuestan meses en cerrarse y otros en media hora ya están prácticamente listos. Pero sí que nos gusta pensar que no hacemos dos veces el mismo álbum. Y creo que nuestros discos son un reflejo de nuestra evolución como músicos y, sobre todo, como oyentes. Si en la transición que hay de un disco a otro descubres a algún artista que te marca mucho, eso se va a notar seguro, no se trata de imitar a nadie, pero sí que se van incorporando elementos nuevos que antes no tenías por falta de referencias o simplemente por puro aprendizaje.
– En esa trayectoria, ¿qué os queda de vuestros referentes iniciales?
– La mayoría de esos referentes siguen estando ahí, aunque quizás cada vez tiremos menos del clásico riff machacón y nos llama más tirar por otros derroteros menos obvios. Pero todos los grupos que admirábamos cuando empezamos los seguimos escuchando y encontrando cosas en ellos.
– De todas formas vuestros temas no parecen que hayan surgido en una tarde en el local de ensayo. Vuestras letras no son directas, esconden un mensaje que hay que desentrañar. No sé cuánto me equivoco. Sin embargo, la música, en su composición, da pie a pensar en que hay bastante de improvisación. ¿Cómo es el proceso creativo de Bourbon?
– Casi todas nacen de una idea de guitarra más una melodía. No siempre es así pero cuando se da el caso los temas salen muy rápido. Hablo de la estructura principal, luego para arreglaros sí que nos lo tomamos con calma hasta que encontramos lo que queremos. Otras veces, a esa idea de guitarra cuesta encajar la melodía o la letra, y es ahí cuando más trabajo hay. Hay veces que crees que estás ante una buena canción y piensas que de ahí va a salir algo bueno, pero al final empezamos a dar vueltas en círculo sin llegar a ninguna parte. Otras veces de lo más simple nace algo muy especial. Aún estamos averiguando cómo componer una buena canción teniéndolo todo claro. Ese es el santo grial.
– Vuestra libertad creativa y vuestros buenos directos os han dado un prestigio importante en gran parte del país. Sois una banda grande ¿Qué tenéis cerrado para los próximos meses?
– Ahora mismo estamos con los preparativos de la edición del nuevo disco y cuando manejemos fechas concretas ya nos pondremos manos a la obra.
– En un mundo en el que todo va demasiado rápido, Bourbon acaba de terminar el cuarto disco. Ya del anterior (2018 si no me equivoco) se dijo que habíais tardado demasiado.
-Sí, lo sabemos. Desde que se editó Fuente Vieja hasta hoy ha pasado demasiado tiempo, la pandemia tampoco es excusa. Nos lo hemos tomado con mucha calma y también hemos de reconocer que no somos la banda más trabajadora del mundo. Solo ensayamos cuando tenemos grabación o conciertos a las puertas. Es muy difícil dedicarle a la banda todo el tiempo que nos gustaría.
– ¿Qué nos vamos a encontrar en el álbum? ¿Alguna sorpresa que se pueda adelantar?
– Sorpresas como tales no hay muchas. Lo que sí es cierto es que es el primer disco donde no hay ninguna colaboración, todo lo que suena en el álbum lo hemos tocado y cantado nosotros tres. Estamos encantados de cómo ha quedado, esperemos que a vosotros también.
– Sois los anfitriones del Santo Fest, el festival que abre el calendario de la provincia y un soplo de aire en Sanlúcar. ¿Qué os parece esta apuesta?
– Una apuesta necesaria y una verdadera bendición que exista un festival como este en Sanlúcar. Estamos colapsados ante tanto concierto de versiones y ver como aún queda un rescoldo de autenticidad es prácticamente un milagro. Solo podemos estar agradecidos por contar con nosotros y desearles toda la suerte del mundo.